Inter Miami perdió 3-0 frente a FC Cincinnati en la jornada de mitad de semana y se despidió de la racha de cinco victorias consecutivas en MLS.
La carga de partidos y el mal manejo de Javier Mascherano finalmente le ha pasado factura a Inter Miami.
El cuadro del sur de Florida alineó a sus mejores hombres esta noche en Cincinnati y no tuvo ni la más mínima posibilidad de ganar el partido.
No porque Messi ha dejado de ser el mejor de la liga sino porque el resto de sus compañeros no dan más.
Están completamente agotados de una seguidilla de partidos que los vio tocar la gloria de enfrentar al campeón europeo en el Mundial de Clubes pero que eventualmente se ha convertido en una carga física y mental.
Mascherano, en su primera oportunidad como entrenador de clubes, debió reconocer el esfuerzo de su equipo y brindarle un tanque de oxígeno.
Aunque esto signifique decirle a Messi cosas que no quiere escuchar, especialmente en referencia a la necesidad que tiene todo jugador de descansar.
El mundo seguiría dando vueltas si Messi y muchos de los estelares hubiesen descansado frente al débil Montreal o en la nefasta cancha de New England Revolution.
Son equipo tan limitados que de pronto Inter Miami repetía lo sucedido frente a Philadelphia Union en el 2024 y ganaba con un cuadro alternativo.
Ahora, frente a Cincinnati en condición de visitante se ha visto la realidad del equipo no maquillada por soberbias actuaciones del campeón del mundo.
En agrego, las lesiones musculares siguen a la orden del día. Antes del partido se confirmó la de Baltasar Rodríguez y durante el primer tiempo salió lesionado el arquero titular, Óscar Ustari.
Próximo compromiso de Inter Miami será el sábado frente a New York Red Bulls y luego vendrá una semana de Juego de las Estrellas el miércoles y luego Cincinnati nuevamente.
Inter Miami debe hacer todo lo posible para que Lionel Messi no asista al innecesario e irrelevante Juego de las Estrellas de MLS frente a las estrellas de Liga MX.
No tiene sentido. De cualquier forma, tampoco tiene sentido que Mascherano siga sin manejar los minutos de sus jugadores de una forma propicia para el equipo, aún no entiende el sistema de la MLS en el que perder cuatro o cinco partidos en julio significa absolutamente nada en cuanto a las posibilidades de campeonizar.