Atlanta United remonta gracias a la magia de Miranchuk

La voltereta del Atlanta United desató la locura en el Mercedes Benz.

Atlanta United venció 4-3 al New York City en un duelo donde marcó el regreso con gol del paraguayo Miguel Almirón quien recientemente brilló en la Premier League con Newcastle

El Atlanta United se impuso este sábado en el Mercedes Benz al New York City en un partido que comenzó con intensidad, y desde el primer minuto ambos equipos demostraron que no iban a guardarse nada. En el 2′, Jonathan Shore, la joven promesa de Nueva York, avisó con un disparo peligroso que encendió las alarmas.

Solo un minuto después, Latte Lath respondió con un intento para Atlanta, aunque su disparo se marchó desviado. Las dos ocasiones fueron fruto del trabajo de Alexey Miranchuk, que desde el pitido inicial se mostró omnipresente, generando juego y marcando el ritmo.

En el minuto 13, Brad Guzan demostró que la veteranía sigue siendo un grado, con dos grandes paradas consecutivas a disparos de Keaton Parks y Alonso Martínez. Pero no pudo mantener el cero mucho más ya que en el minuto 15, Hannes Wolf abrió el marcador con un remate preciso a la esquina izquierda, tras una jugada bien armada que dejó sin opciones al guardameta del equipo local.

Atlanta no bajó los brazos, Miranchuk probó suerte desde fuera del área con un disparo que se fue rozando el poste izquierdo. Tras una breve interrupción, el georgiano Saba Lobjanidze lo intentó también, pero su remate fue bloqueado. El ritmo no bajaba y el partido se endurecía, con muchas faltas por parte de ambos conjuntos. En los minutos 39 y 41, Miguel Almirón y Thiago Martins tuvieron oportunidades, pero ambos se quedaron cerca sin concretar.

La insistencia de Atlanta tuvo premio poco antes del descanso. En el 42, Alexey Miranchuk culminó una jugada brillante, asistido por Latte Lath, para firmar el empate. Un gol merecido para un jugador que estaba por todas partes, moviendo los hilos del equipo.

El segundo tiempo arrancó con polémica. En el 48, Brooks Lennon cometió penalti sobre un jugador del NYCFC, y Alonso Martínez no perdonó desde los once metros, devolviendo la ventaja al conjunto neoyorquino. El golpe fue doble. Apenas tres minutos después, en el 51′, Hannes Wolf apareció de nuevo para marcar su segundo tanto de la noche, poniendo el 1-3 y dejando a Atlanta contra las cuerdas, pero no se rindieron.

En el minuto 56, Matt Freese, portero del New York sufrió una lesión en la muñeca, pero decidió continuar bajo palos. Poco después, en el 57, Gregersen tuvo una buena oportunidad de cabeza tras un centro de Miranchuk, pero su remate se fue fuera. NYCFC intentó cerrar el partido, con Julián Fernández buscando el cuarto, aunque su disparo fue detenido.

Y entonces llegó el giro. Corría el minuto 62 cuando un autogol de Keaton Parks  le devolvía la esperanza al conjunto local. Atlanta lo olió, y fue con todo. Lobjanidze lo intentó desde fuera en el 66, sin puntería, y en el 70, tanto Almirón como Ajani Fortune sumaron intentos que rozaron el empate.

Ese empate finalmente llegó en el minuto 75, cuando Miguel Almirón conectó un cabezazo impecable para poner el 3-3 y desatar la locura en el Mercedes-Benz Stadium. Con el impulso anímico a su favor, Atlanta fue a por todas. Almirón volvió a intentarlo en el 81, aunque sin éxito.

Pero la remontada se completó en el minuto 84, cuando Latte Lath apareció desde el costado izquierdo del área y soltó un zurdazo que entró cruzado, poniendo el 4-3 definitivo. El estadio estalló con el primer liderato del partido para Atlanta, conseguido a puro corazón y carácter.

Con el marcador a favor, el cuarto árbitro indicó en el 90+1 que se añadirían ocho minutos de tiempo extra. Una eternidad para NYCFC, que buscaba un milagro, y un reto defensivo para Atlanta, que no quería dejar escapar lo que tanto le había costado remontar.

En el 90+4, Brad Guzan fue amonestado, la primera del encuentro, en un momento tenso en el que cada segundo parecía una eternidad. A pesar del empuje final de NYCFC, Atlanta aguantó con todo y cerró una noche memorable.

Y si hubo un nombre propio que brilló por encima del resto, fue el de Alexey Miranchuk. El ruso no solo participó en la mayoría de las jugadas de peligro de Atlanta, sino que demostró una inteligencia y visión que marcaron la diferencia. Estuvo en todas partes, generó, asistió, presionó y fue el eje de una remontada que dejó claro que este fue un partido de dos mitades, y que cuando Miranchuk se enciende, Atlanta United es otro equipo.

 

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