Diego Luna esperó el llamado de México, pero fue Pochettino quien lo convocó con EUA, donde hoy es figura clave en la Copa Oro con la camiseta 10.
HOUSTON. El destino le tenía preparado algo especial a Diego Luna. Su nombre, apellido y rasgos físicos son latinos; lo único estadounidense en él es su lugar de nacimiento: California. Su ascendencia es completamente mexicana. Hoy, se ha convertido en el jugador más importante de la Selección de Estados Unidos en la Copa Oro.
La paradoja en su historia es que, hace un año, Luna rechazó la convocatoria de Estados Unidos para disputar los Juegos Olímpicos de París 2024. ¿La razón? Mantenía la ilusión de ser llamado por México, el país de sus padres, y vestir la camiseta verde. Pero ese llamado nunca llegó, y tuvo que tomar una decisión.
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This Diego Luna goal is not for the faint of heart. 🥵 pic.twitter.com/WEFKsAkMU2
— U.S. Soccer Men’s National Team (@USMNT) July 3, 2025
El mediocampista del Real Salt Lake de la MLS asegura que nunca cerró ninguna puerta, pero soñaba con formar parte del Tricolor. Cuando estaba por cumplir 20 años, dirigentes de US Soccer visitaron su casa y le ofrecieron integrarse al equipo juvenil rumbo a París. Su respuesta fue: “Por ahora, no”.
En entrevista para el sitio oficial de la MLS, Luna explicó que su carrera debía avanzar, y no estaba enfocado en ninguna selección porque se sentía indeciso. Su padre, Alberto Luna, es un exfutbolista mexicano que emigró a Estados Unidos persiguiendo el sueño americano. Allí nacieron Diego, Armando, Gio y Kristal, todos ligados al fútbol.
“Nunca he cerrado ninguna puerta. Para mí lo importante es seguir rindiendo y saber quién me va a dar la mejor oportunidad. Hay cambios en la Federación Mexicana y también en US Soccer, así que veremos qué sucede”, declaró Luna a ESPN en 2024.
Mientras Gregg Berhalter era entrenador de Estados Unidos, Luna mantenía esperanzas de representar a México, como ocurrió con Alejandro Zendejas o Richie Ledezma. Sin embargo, ese llamado no se dio.
Nacido en Palo Alto, California, Luna empezó su carrera futbolística con entusiasmo y pasión. Aunque no olvida sus raíces mexicanas, cuando notó que Javier Aguirre no lo contemplaba en sus planes, aceptó la convocatoria de Mauricio Pochettino para disputar la Copa Oro. Y desde entonces, ha brillado.
En apenas 15 minutos contra Guatemala, anotó un doblete que le dio a Estados Unidos el pase a la gran final. Ahora, porta la mítica camiseta número 10, que en su momento vistieron leyendas como Claudio Reyna, Landon Donovan y Christian Pulisic. Diego Luna es el ejemplo de que los sueños se cumplen cuando se espera el momento indicado.
“No éramos una familia adinerada, venimos de orígenes humildes. Vivíamos todos en un mismo apartamento: mi hermano, mi hermana, yo, y mi hermano mayor en una ciudad cercana. La rutina era escuela y luego fútbol de 3:30 pm a 8:30 pm, porque mi papá y toda mi familia son entrenadores”, relató al portal de la MLS.
