Los Miami Dolphins deberán superar problemas internos y las condiciones del clima este domingo para conseguir su segundo triunfo de la temporada.
Fue otras semana llena de adversidades para los Miami Dolphins. Y nuevamente, todo inicia de adentro.
Tua Tagovailoa dio polémicas declaraciones en las que comprometió la intimidad del grupo después de la derrota de la jornada anterior ante los LA Chargers.
Inmediatamente, el mundo de la NFL se fue en contra del mariscal de campo al romper uno de los códigos sagrados.
Posteriormente, Tagovailoa pidió disculpas públicamente en un intento por recomponer el camino pensando en el partido de este domingo frente a los Cleveland Browns.
Miami tiene cualquier cantidad de problemas por resolver dentro de la cancha. Han pasado de ser una de las mejores defensas en la era de Brian Flores, a la peor de la NFL.
Los malos resultados han propiciado pronósticos para nada favorables para el entrenador en jefe, Mike McDaniel, a quien muchos ponen en la silla de los acusados y con pocas posibilidades de terminar la temporada.
Por si fuera poco, en la recta final de la semana de trabajo surgieron rumores sobre un posible traspaso del receptor Jaylen Waddle.
Waddle, de 26 años, es el principal receptor de Miami ante la lesión que dejó fuera por el resto de la temporada a Tyreek Hill.
Sin embargo, McDaniel afirmó este viernes que Waddle sigue siendo parte del equipo y que los rumores no tienen base alguna.
La marea está alta al interior del grupo y los vientos llegarán desde un pronóstico que incluye lluvia para el partido de este domingo.
No es extraño para nadie el hecho de que los Dolphins han sufrido en condiciones del clima adversas. Para eso, se prepararon durante la semana mojando ovoides en lo que fue una semana perfecta de trabajo en cuanto al clima en el Baltist Health Training Complex.
Aunque la temporada está virtualmente perdida para Miami, un triunfo ante Cleveland sería un tanque de oxigeno para un grupo que está bajo el ojo del huracán desde hace varias semanas.