Fafa Picault es parte del proceso que llevó a Haití a su primera Copa del Mundo desde 1974 al terminar líderes en la ronda final de la eliminatoria.
Era el 2014, Fafa Picault brillaba por primera vez en el fútbol de los Estados Unidos con los Fort Lauderdale Strikers en la desaparecida NASL.
Rápido como pocos y habilidoso con el balón, Picault jugaba en la región del país que lo vio crecer y rápidamente se convirtió en un objetivo para la selección de Haití. Sus padres son inmigrantes haitianos que llegaron en busca del sueño americano.
La primera convocatoria de Picault para la selección haitiana llegó en el 2014, era para un partido ante Chile en Lockart Stadium, lugar donde ahora se ubica el centro de entrenamiento de Inter Miami.
Cuando todo estaba listo para su debut, un repentino dolor de estomago lo alejó de ponerse la camisa que vistió su abuelo.
En aquel momento, Picault era una promesa y con un pasado en el fútbol italiano, pensó las cosas mejor antes de tomar la decisión si representar a Estados Unidos o Haití.
Siendo un hombre creyente, Picault dejó que el tiempo pasara, finalmente fue convocado por Estados Unidos pero el amor por sus raíces haitianas se impuso y fue así como tomó la decisión final de empezar a fortalecer el sueño de volver a la Copa del Mundo.

Ese sueño se materializó la noche del martes cuando Haití venció a Nicaragua 2-0 en Curazao y ganó el Grupo C en la ronda final de la eliminatoria mundialista.
Junto a familiares y amistades y vistiendo la camisa de su último partido con la selección, Picault pudo celebrar lo que para muchos era imposible.
«No sólo por lo que pasa en el país sino por tantos años sin clasificarnos, es un orgullo para el país, nosotros y nuestras familias», dijo Picault.
«Miré el partido con mis amigos y familiares, hay muchas emociones y algo que no puedo explicar», recalcó.
Ahora, viene el reto de empezar a construir el camino a la convocatoria. El talentoso extremo cuenta con una amplia carrera en MLS y de no tener minutos con Inter Miami en el 2026, como ha sucedido esta temporada, deberá buscar nuevos horizontes.
Aquellas molestias estomacales que le pusieron pausa al sueño mundialista con Haití no fueron suficiente para detener la determinación de un talento excepcional.



