Guillermo Barros Schelotto se encuentra en Estados Unidos para completar la gira de amistosos de Paraguay en la fecha FIFA de noviembre
FORT LAUDERDALE – Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay cargan con la bandera de la CONMEBOL en la Copa del Mundo de Catar que inicia este fin de semana. Argentina y Brasil particularmente, entran en el radar de muchos como dos de las selecciones favoritas para quedarse con el título de campeón del mundo.
Una voz autorizada para hablar de fútbol sudamericano es Guillermo Barros Schelotto quien se ha convertido en una leyenda viviendo del fútbol argentino y latinoamericano en general. Ahora en su faceta como entrenador pretende alcanzar el más alto nivel llevando a Paraguay de regreso a un Mundial en el 2026.
Schelotto visualiza un panorama favorable para las selecciones de CONMEBOL en Catar, “Ojalá que a los que les tocó tengan el mejor Mundial posible. Mas allá del sentimiento argentino, creo que el fútbol sudamericano tiene una competencia muy difícil y muy pareja”, dijo Schelotto a Deporte Total USA.
Pendiente de una resolución de FIFA con respecto a la próxima eliminatoria mundialista, Paraguay ha sacado máximo provecha de la fecha FIFA de noviembre pensando en el inminente inicio de la eliminatoria en los primeros meses del 2023. Primero enfrentó a Perú y mañana por la noche hará lo propio ante Colombia en Fort Lauderdale.
El paso de las selecciones mundialista de CONMEBOL por el Mundial -el máximo nivel de competencia- estará reciente y eso hará de la próxima eliminatoria una de alta exigencia. Ese alto nivel de compromiso significa muchas dificultades pero también la mejor preparación para eventos como la Copa del Mundo.
“Uno puede nombrar a Argentina y Brasil que están por encima de los demás pero todo se define por detalles y esa competencia que tenemos en la eliminatoria es muy buena a la hora de llevarla al Mundial. Los sudamericanos van a andar muy bien este año”, finalizó Schelotto.
El primer equipo sudamericano en hacer su debut en la Copa del Mundo será Ecuador, lo hará frente al anfitrión Catar en el que además será el primer partido de la Copa del mundo.