El equipo nicaragüense se prepara para enfrentar a Honduras el próximo jueves en el estadio Nacional y el técnico Fantasma Figueroa, mantiene a sus jugadores blindados.
MANAGUA. Si bien es cierto, Nicaragua es un país bastante cerrado en términos de comunicaciones por sus políticas de gobierno, parece que en la Selección Nacional de este país también se aplica lo mismo. El equipo pinolero se entrena amurallado, sin presencia de prensa durante las fechas FIFA.
Para la prensa hondureña que está de visita en Nicaragua para darle cobertura a este partido, le fue imposible captar imágenes de los jugadores y salvo algunos medios, arriesgando pudieron obtener algunas gráficas o videos de los jugadores llegando al entrenamiento.
El entrenador chileno, Marco El Fantasma Figueroa, ha montado un cuartel en Managua donde es imposible acceder. No hay permiso para nadie, ni entrevistas para nadie en la previa del partido de la fecha cinco de las eliminatorias a la Copa del Mundo frente a Honduras. Solo se puede hablar con él en el día antes del partido.

Estas políticas son aplicadas para todos los medios, tantos los internacionales como los catrachos que intentaron hablar con Figueroa, quien con un rotundo no, les dijo que no habla con ellos, pues ha hecho de la Selección Nacional, un equipo que trabaja bajo el hermetismo y la zozobra de los espías.
Nicaragua marcha última del grupo A de las eliminatorias donde Honduras es líder con ocho puntos, seguido de Costa Rica con seis unidades y por Haití con cinco, con los tres primeros con altas posibilidades de clasificar a la Copa del Mundo, pero con los Nicas prácticamente eliminados.



