Esta noche, ver al USMNT enfrentarse a Corea del Sur fue una experiencia exasperante para cualquier aficionado estadounidense.
Me siento completamente avergonzado por todas nuestras actuaciones recientes y no entiendo los objetivos del nuevo seleccionador, Mauricio Pochettino. Desde convocatorias desconcertantes hasta rendimientos horribles por parte de quienes deberían ser nuestras estrellas, nada ha salido como se esperaba, ni esta noche ni en partidos anteriores.
Para empezar, la alineación titular fue, como mínimo, desconcertante. Aprecio la inclusión de Tim Ream, pero su tiempo como titular en esta selección ya ha pasado, y eso se notó con su floja actuación. Además, el defensor Tristan Blackmon fue un caso curioso: tenía interés en verlo, pero sigo sin entender por qué se le dio un puesto de titular por encima de Chris Richards. Si bien Blackmon lo hizo algo mejor que Ream, no fue una mejora significativa y, además, perdió muchos balones. Max Arfsten también mostró este mismo problema durante todo el encuentro. En general, los tres defensores que llegaron desde la MLS no estuvieron al nivel que exige el USMNT. Mi único punto ligeramente positivo en la línea defensiva fue Sergiño Dest, pero incluso él tuvo un desempeño bastante discreto.
Otro punto positivo, sin embargo, es que cada vez creo más que Matt Freese tiene lo necesario para convertirse en el portero titular de esta selección. Aunque no se le exigió demasiado esta noche, cumplió con lo que se le pidió, y este partido, si bien no cambió radicalmente mi percepción, tampoco le resta puntos en su lucha por el puesto.
En el centro del campo, hay que detenerse especialmente en Sebastian Berhalter. Fue, sin duda, uno de los jugadores más destacados del equipo esta noche. Su despliegue defensivo fue excepcional en varios tramos del encuentro, demostrando entrega y compromiso en la recuperación. Sin embargo, su rendimiento general se vio empañado por un problema grave: perdió demasiados balones. A pesar de su esfuerzo y dinamismo, tuvo grandes dificultades para conservar la posesión y sus centros fueron especialmente imprecisos. En un partido de este nivel, esos fallos cuestan caro, y por más brillante que pueda ser en defensa, necesita mejorar urgentemente su distribución y precisión si quiere consolidarse en el mediocampo del USMNT.
Y sinceramente, no sé ni qué decir sobre Tyler Adams. Evaluar su actuación en este partido es complicado porque, básicamente, no apareció. No hizo nada destacable. Hubo momentos en los que ni siquiera me di cuenta de que estaba sobre el campo. Fue sustituido en el minuto 62 y, cuando eso ocurre, sabes que su participación fue decepcionante… sobre todo si Christian Roldán, su reemplazo, pareció aportar más al juego. Para alguien que debería ser una figura clave del mediocampo, su presencia fue prácticamente invisible.
Tim Weah también fue otro jugador que no aportó nada al partido. Lamentablemente, sufrió una lesión en la pierna derecha y tuvo que ser sustituido en el minuto 62. Sin embargo, incluso antes de su salida, no mostró absolutamente nada interesante en el juego. Fue una actuación completamente olvidable para alguien de quien se espera mucho más.
Diego Luna tuvo un partido aceptable. No hizo nada particularmente destacado, pero tampoco fue una influencia negativa. Fue una actuación completamente promedio: no aportó soluciones diferenciales, pero tampoco cometió errores importantes. En general, un partido correcto sin mucho brillo.
Christian Pulisic, te lo ruego: deja de cobrar las jugadas a balón parado. La selección ha decidido durante años que él es nuestro encargado principal de tiros libres y corners, pero no entiendo por qué insistimos en eso. Nunca ha sido particularmente bueno ejecutándolos, y seguramente hay otros jugadores en la plantilla que podrían hacerlo mejor. No quiero criticarlo demasiado porque, una vez más, fue uno de nuestros mejores jugadores y al menos intentó generar algo en ataque. Sin embargo, esta fue una noche floja para él, lejos de lo que sabemos que puede ofrecer.
Josh Sargent ha sido la antítesis del jugador que vemos en el Norwich. Esta noche, en 62 minutos de juego, solo tocó el balón una vez dentro del área rival, no tuvo ningún disparo al arco ni generó ocasiones. Por otro lado, Folarin Balogun, en apenas 28 minutos, logró 11 toques en el área contraria, 3 disparos a puerta y creó una oportunidad clara. Para mí, Balogun debe ser el delantero titular de esta selección sin discusión.
Estoy realmente teniendo dificultades para encontrar esperanza en este equipo, y si Mauricio Pochettino no logra un resultado positivo contra Japón el próximo 9 de septiembre, voy a estar pidiendo su salida. La paciencia se está agotando rápidamente, y los estándares deben subir si queremos ser competitivos en el escenario internacional.
