Inter Miami tiene como principal objetivo quedarse con el título de liga luego de una temprana eliminación en la Copa de Campeones.
La temprana eliminación de la Copa de Campeones de Concacaf aceleró un momento al que Inter Miami tenía que llegar inevitablemente. Una desastrosa pretemporada combinada con una serie de errores individuales le han quitado a los de Tata Martino el principal objetivo de la temporada.
De eso se habló y se escribió mucho. El siguiente paso debe ser encontrar un equipo que deje de maravillar por los nombres y lo haga con su fútbol. La mejor versión de este equipo sigue siendo aquella de Leagues Cup en el 2023, un mes en el que superaron todo tipo de obstáculos hasta coronarse campeones.
Desde que levantaron la copa en Columbus, Inter Miami ha entrado en inconsistencia, una noble MLS le permite ser primero de su conferencia y eso siempre será importante pero a un equipo con este tipo de jugadores también se le puede pedir rendimiento. Martino conformó una plantilla a su gusto y dejó ir piezas importantes en el pasado como Gregore, Jean Mota y DeAndre Yedlin. Para darle paso a nombres apegados a su estilo y, más importante todavía, al que beneficia a Lionel Messi. El entorno de Messi, sigue sin convertirse en el complemento perfecto.
Jugadores jóvenes como David Ruiz, Benjamín Chremaschi, Diego Gómez y hasta el momento de su lesión Federico Redondo, están en un proceso de aprendizaje y al mismo tiempo tratando de complementar al mejor del mundo. Una tarea complicada, claro está.
Sin Copa de Campeones, sin la presión de subir a los primeros lugares y con la definición del torneo de liga muy lejos, Inter Miami tiene como única preocupación jugar bien. Martino y su cuerpo técnico tendrán pocas excusas para que cuando llegue el momento de definir el torneo, no se conviertan en el mejor equipo en MLS.
La definición de jugar bien para Inter Miami incluye varios factores. Primero, deben saber a que juegan cuando Messi los deja de la mano, esa quizás es la asignatura más importante. Con Sergio Busquets, Jordi Alba y probablemente Luis Suárez fuera del fútbol de selecciones, debe existir una forma de dar espectáculo sin Leo, ese trabajo debe verse en los partidos.
Segundo, deben definir una formación y dejar claro que pueden imponer su estilo sobre cualquiera en MLS. Martino se ha pasado gran parte del año debatiendo si juega con línea de cuatro o de cinco. La distancia es tan amplia entre Messi y sus rivales en MLS que no importa la formación siempre va a ser el mejor en el terreno, si importa para el resto de sus compañeros que tienen que andar saltando de posición en posición. Ruiz, Borgelin, Gómez y Julian Gressel son perfectos ejemplos.
Todo este trabajo por hacer es con calma y con mucho tiempo por delante. Tomando en cuenta este inicio en el torneo de liga y apostando por contar con tres de los cuatro fantásticos durante mucho tiempo de la temporada, este Inter Miami no solamente tiene que ganar, tiene que ganar jugando bien.
No vale pasar el grado, vale ser parte del cuadro de honor y establecer un estilo de posesión y de buen fútbol sin el corre corre al que acostumbramos en MLS para realmente marcar un antes y un después en la historia del fútbol estadounidense. Si Inter Miami alcanza su potencial y dos o tres equipos de la MLS se animan a imitarlo, entonces podremos hablar de diferencias y de crecimiento donde realmente importa, en el terreno de juego y no en los bolsillos de los dueños o en los acuerdos comerciales de la primera división estadounidense.
