El entrenador de la Selección de Honduras, destaca que todavía se puede clasificar, pero deja claro que será complicado y todo se definirá en la última jornada.
Reinaldo Rueda analizó con amplitud el empate de su selección, dejando claro que se trató de un partido complejo desde lo táctico. El técnico destacó que el rival modificó su planteamiento habitual, optando por una defensa más poblada con cinco hombres en el fondo, lo cual dificultó cualquier intento de filtración. “Indudablemente que sabíamos que era un partido muy cerrado, directamente disputado por todo… copaban toda la amplitud del campo y no era fácil filtrar”, explicó.
El entrenador admitió que a su equipo le faltó mayor claridad en los metros finales, donde no lograron resolver las jugadas con precisión. Puso como ejemplo una acción de Romell Quioto, quien logró una diagonal peligrosa sin balón, quedando mano a mano con Keylor Navas, pero lamentó que ese tipo de oportunidades fueron escasas. “Quizás nos faltó un poco de identificar esos últimos 20 metros… faltaron algunas situaciones puntuales en los últimos 20 metros”, señaló.
A pesar de ello, Rueda valoró el compromiso y la disciplina táctica de sus jugadores. Destacó que mientras el rival tenía espacio para jugar, su equipo debía construir cada centímetro de terreno. “Nosotros teníamos que crear el espacio, descifrarlo, tener paciencia con intensidad y velocidad, que no es fácil”, comentó, resaltando las dificultades inherentes a este tipo de enfrentamientos.
En su análisis más amplio, el técnico recordó que en el actual panorama internacional ningún partido es sencillo, ni siquiera en casa. Trajo a colación ejemplos recientes de selecciones como Costa Rica y Nicaragua ante Haití, así como resultados sorpresivos en competencias regionales. “Cada día se hace más difícil jugar de local”, advirtió, subrayando la creciente competitividad del entorno.
Rueda también reconoció que el equipo enfrentó bajas sensibles y que algunos jugadores llegaron con dificultades físicas, lo cual afectó la profundidad ofensiva. “Quizás faltó atacar más el balón… esa agresividad ofensiva nos faltó en ese trabajo sin balón”, admitió, haciendo autocrítica sobre la falta de contundencia en los momentos clave.
Finalmente, el entrenador subrayó la importancia de haber sumado, incluso sin victoria, en una eliminatoria que calificó como cerrada y exigente. “Queríamos ganar, se hizo un esfuerzo grande, no lo logramos, pero se suma… esto se cierra en la última jornada, en el último partido, en el último minuto”, concluyó, dejando claro que la batalla por la clasificación sigue abierta hasta el final.